Acuerdos de paz son un desafío penal internacional: Observatorio de Derechos Humanos
El director de esta ONG para las Américas, José Miguel Vivanco, asegura que el tratado colombiano va en contra de la esencia de la Corte Penal Internacional.
El director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, cree que el acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, si es aprobado en sus términos actuales, supone un "desafío" para la Corte Penal Internacional porque da "impunidad" en delitos de lesa humanidad.
En una entrevista con Efe, Vivanco considera que los términos de la justicia transicional acordados por la guerrilla y el Ejecutivo de Bogotá suponen un asunto "grave" que puede suponer una regresión a nivel internacional en materia de derechos humanos.
El acuerdo prevé que los guerrilleros que reconozcan delitos graves tendrán entre cinco y ocho años de restricción efectiva de la libertad, aunque quienes no hayan tenido una participación determinante en esos crímenes tendrán una sanción de entre dos y cinco años.
Por otro lado, los que también reconozcan su responsabilidad pero de manera tardía, según el acuerdo, cumplirán penas de entre cinco y ocho años en prisión, mientras que quienes no asuman su responsabilidad en delitos pero la Justicia demuestre su participación podrán ser condenados hasta a veinte años de cárcel.
Según Vivanco, tener beneficios tras confesar delitos se aplicó a mediados de los año 90 en Sudáfrica para facilitar el final del régimen de segregación racial, por lo que aplicarlo en Colombia implicaría un retroceso de veinte años.
Además, según la versión del responsable de HRW, quien confiese un delito, aunque haya sido "atroz", podría no tener que ir a la cárcel, sino estar confinado en un territorio y hacer tareas por el bien de la comunidad para pagar su pena y, asimismo, sin ver invalidados sus derechos políticos.
La Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, se puso en marcha en 2002 para, según Vivanco, evitar ese tipo de circunstancias, por lo que el eventual acuerdo colombiano, en sus términos actuales, es "un desafío existencial" para ese organismo judicial supranacional.
"Si (la Corte) deja pasar ese acuerdo hace difícil la justificación de su propia existencia", resumió el dirigente de la organización defensora de los derechos humanos.
Vivanco está en Madrid para participar hoy en la presentación de un libro del opositor venezolano Leopoldo López sobre su experiencia en la cárcel, desde febrero de 2014.
Se trata de un caso que HRW siguió desde el principio y cuya sentencia condenatoria para López es "una aberración jurídica" y un ejemplo de la "subordinación" de la Justicia venezolana al poder político del presidente Nicolás Maduro.
A pesar de la victoria de la oposición en las legislativas de diciembre pasado, Vivanco es escéptico sobre las posibilidades que tienen de cambiar la situación, porque asegura que el anterior presidente, Hugo Chávez, llenó la Corte Suprema con incondicionales y ahora "está en línea con las decisiones del régimen".
La situación de Venezuela es la peor en materia de derechos humanos en Latinoamérica, después de Cuba, según Vivanco, que sigue con interés el viaje que la semana próxima hará a la isla el presidente de EEUU, Barack Obama.
Subraya el valor de Obama por dar un giro a la política estadounidense de aislamiento respecto a Cuba, pero añade que la apertura del país a los intercambios económicos no hará cambiar las cosas en derechos humanos.
"Debe ir acompañada de una presión para defenderlos, porque los derechos humanos son una causa universal", apunta el responsable para las Américas de HRW, para quien Obama será recordado por cambiar el statu quo en el continente, pero su visita a Cuba no debe quedar en la percepción de la gente como "unas vacaciones".
EFE